Hoy quiero hablarte sobre los tres éxitos de la vida y, para poder transmitirte estas compresiones tan simples y profundas, es necesario hablar un poco sobre lo que Bert Hellinger y las Constelaciones Familiares han comprendido acerca de cómo se experimenta el éxito en la vida de todo ser humano.

Mi trabajo como microbióloga me ha puesto en estrecho contacto con la vida y su funcionamiento, al menos en la medida en que podemos entenderlo.

Esta fascinación por el milagro de la vida es la que me ha llevado a conectar de manera profunda con lo que Bert Hellinger nos ha invitado a explorar en sus sesiones de Constelaciones Familiares.

Incorporar nueva información es esencial para experimentar la felicidad y transformar aquellos aspectos de nuestra vida donde no la encontramos.

Hoy, me gustaría proponerte que consideres una perspectiva que Hellinger llama «Los Tres Éxitos de la Vida» para todos los seres humanos.

 

Primer Éxito: La Vida en Sí Misma

El primer éxito, según Hellinger, es la vida misma: el hecho de haber llegado a la vida.

Cuando miramos esto desde una perspectiva amplia, vemos que la vida es un movimiento constante. Este movimiento es un impulso universal que nos afecta a todos y nos empuja a seguir adelante como especie.

Cada nuevo ser que nace, sin importar la especie, representa un paso adelante en este movimiento de la vida. Si alguna vez hemos oído hablar de especies en peligro de extinción y cómo la muerte del último individuo de esa especie marca el fin de algo único, podemos empezar a comprender cuán valiosa es la presencia de un nuevo ser en la vida.

A nivel personal, el mero hecho de haber nacido y permanecido vivo hasta hoy es un éxito.

Reflexiona sobre lo que ha ocurrido para que tú pudieras nacer. Desde la reunión de tus padres hasta la elección de tu madre de llevar a cabo su embarazo, muchas circunstancias y decisiones se alinearon para que tú estés aquí.

Esta introspección nos lleva a reconocer que somos un éxito de la vida, de la especie y del sistema familiar que permitió que la vida se transmitiera a la siguiente generación.

 

Segundo Éxito: Reconocer el Regalo de la Madre

El segundo éxito, según Hellinger, es reconocer y agradecer el regalo de la madre. A veces, las relaciones con nuestras madres pueden ser complicadas y cargadas de emociones negativas.

Sin embargo, es esencial comprender que este éxito no se trata de juzgar la relación con tu madre o de cómo te trató. Se trata de mirar más allá de la relación y centrarte en el hecho de que tu madre prestó su cuerpo para que tú te convirtieras en el ser completo que eres hoy.

Durante aproximadamente nueve meses, tomaste de tu madre todo lo que necesitabas para desarrollarte en su vientre. Oxígeno, nutrientes, temperatura y protección: todo lo obtuviste de ella.

Incluso si hubo dificultades, miedos o preocupaciones durante ese tiempo, el hecho de que ella mantuvo su embarazo permitiendo que nacieras es un logro en sí mismo.

Reconocer este regalo y dar gracias por ello es el segundo éxito. Al hacerlo, puedes conectar con la abundancia que la vida te ha proporcionado a través del vientre materno. Y cuando estás en paz con esta abundancia, puedes atraer más abundancia a tu vida y construir relaciones más saludables.

 

Tercer Éxito: Agradecer al Padre

El tercer éxito, según Hellinger, implica agradecer al padre. Este puede ser un aspecto más complicado para muchas personas debido a los juicios y cuestionamientos que a menudo tenemos hacia nuestros padres, especialmente nuestros padres o figuras masculinas.

Sin embargo, es importante comprender que sin lo masculino, la vida tal como la conocemos no sería posible. Cada célula de tu cuerpo contiene material genético de tu padre, lo que demuestra su contribución esencial para tu existencia. Reconocer y agradecer esta contribución es el tercer éxito.

A veces, nos enfocamos en la relación con nuestro padre y en cómo fue, pero este éxito va más allá de la relación. Se trata de reconocer la fuerza masculina que hizo posible tu existencia y de agradecer por ello. Esta fuerza es tan poderosa que lo que un hombre aporta en unos minutos requiere que una mujer lo sostenga durante nueve meses.

Cuando aceptamos y agradecemos esta fuerza, podemos poner en movimiento nuestras vidas y alcanzar nuestros objetivos. El equilibrio entre lo masculino y lo femenino es fundamental para la existencia y el desarrollo de la vida.

 

La Conexión Entre Los Tres Éxitos

Estos tres éxitos de la vida están profundamente interconectados. Reconocer la vida en sí misma, el regalo de la madre y la contribución del padre nos permite sanar y encontrar una armonía interna.

Cuando estamos en conflicto con estos aspectos de nuestra historia, nos bloqueamos a nosotros mismos y limitamos nuestra propia felicidad. Al honrar y agradecer por estos tres éxitos, abrimos la puerta a una vida más plena y satisfactoria.

Estamos íntimamente conectados con nuestros padres y sus acciones, porque, literalmente, somos una extensión de ellos. Cada célula de nuestro cuerpo es el resultado de su unión perfecta.

Si mantenemos resentimientos o conflictos hacia ellos, en realidad, estamos en conflicto con nosotros mismos.

 

Conclusión

En resumen, los tres éxitos de la vida, según Bert Hellinger, nos invitan a reconocer y agradecer la vida en sí misma, el regalo de la madre y la contribución del padre. Estos éxitos están arraigados en la esencia de la existencia y la naturaleza humana.

Al integrar esta perspectiva en nuestra vida, podemos liberarnos de las tensiones y conflictos internos que a menudo nos impiden alcanzar la felicidad y el éxito. Al reconocer y agradecer a la vida, a la madre y al padre, abrimos la puerta a una vida más plena y satisfactoria.

Espero que esta reflexión te haya brindado una nueva perspectiva sobre el éxito y la vida. Si deseas explorar más sobre este tema o tienes alguna pregunta, no dudes en compartirla en los comentarios.

¡Que tengas un día maravilloso!

 

Por: Monica Giraldo P
Consteladora Sistémica y Life Coach.

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