¿Eres empresario o estás inmerso en el mundo corporativo? Quizás entender cómo funciona el sistema empresarial y cómo lograr mantener el orden y la transformación sistémica, te puede ayudar a asumir tu rol con mayor consciencia.

A veces, cuando vemos cómo ocurren los cambios en las organizaciones, no entendemos su razón o incluso no nos sentimos preparados para asumir momentos de transformación y nuevas responsabilidades.

Sin embargo, todo es más sencillo cuando tomamos consciencia de que las empresas son sistemas vivos y que nosotros estamos inmersos en ellas. Así que, no podemos vivir nuestro rol dentro de una organización como si fuéramos actores pasivos.

Esto quiere decir que es importante ir más allá del ámbito administrativo y estructurado, más allá de lo racional y lo lógico. Empecemos por hacer una reflexión a partir de los empresarios y cómo ha sido el proceso de ordenamiento del sistema empresarial para ellos.

 

Empresarios Conscientes: Energía y Ordenamiento

Cuando hablamos de empresarios, nos referimos a quienes, así como tú o como yo, hemos venido apostándole a construir. Pero, ¿cómo se vive esta experiencia y cómo entender la utilidad de los aprendizajes que surgen del proceso de ordenamiento empresarial?

Sin duda, es una experiencia cargada de reflexión, aceptación y disposición al cambio en donde empiezas a darte cuenta de que las empresas funcionan como seres vivos y que más allá de necesitar ser lideradas, se encargan de guiarnos a nosotros.

Cuando uno hace este clic como empresario, cuando uno adquiere las herramientas para poder dejarse liderar, para que la misma empresa te muestre el camino, empiezas a desarrollar un proceso fluido, amoroso y tranquilo.

Cuando hablamos de que las empresas son sistemas vivos, nos referimos también a que éstas toman de la vida y/o del exterior los recursos para ser transformados y entregar un resultado que se muestra como un producto o servicio ofrecido a la comunidad.

Además, las empresas tienen energía propia. Esa energía circula por todo el sistema y cuando entendemos ésto, descubrimos el arte de liderar con consciencia.

Esto es lo esencial del proceso de ordenamiento del sistema empresarial, pues lo que ocurre es que cuando realizamos estas acciones de organización, trabajamos desde la realidad de la empresa y generamos herramientas para sanar el entorno empresarial.

En dicho proceso de ordenamiento, es clave permitirse oír lo que está necesitando la empresa, y en esa escucha descubrimos el camino y los métodos que la misma organización debe tomar para avanzar.

 

Renuncias y Revelaciones: ¿Cómo Enfrentar el Ego Empresarial?

El ego empresarial puede agregar polémica a un proceso de ordenamiento sistémico empresarial. Éste juega un papel detonante porque confronta al empresario y lo lleva a aprender a bajar la cabeza ante su propia organización.

Incluso en la sistémica empresarial, a veces, lo que creemos no es lo que debe ser. Y sólo cuando permitimos que la organización nos hable, tomamos consciencia del estado corporativo, y entendemos que ya no somos nosotros los que marcamos el camino a seguir.

Y si tú no te adaptas, pierdes tu lugar como líder y es necesario que llegue otra persona a asumir ese rol. Eso es lo que ocurre cuando ordenas tu sistema empresarial, aceptas el cambio y facilitas su impacto en la totalidad de la organización para ir hacia adelante.

Aquí también vienen renuncias porque lo que queremos que sea nuestra empresa, no es lo que ella quiere. Y es que si sabes escucharlas, las organizaciones te hablan y te muestran la historia que quieren contar.

Al aplicar las herramientas sistémicas, puedes descubrir que lo que has venido haciendo, a lo que te has dedicado y lo que le da razón de ser a tu empresa, no es lo que este sistema vivo quiere hacer.

En muchos casos y sobre todo en empresas que llevan años operando y luego asumen el reto de ordenar su sistema empresarial, descubren que el foco de su negocio y lo que les ha dado la experiencia, está equivocado y no hace parte de la línea vital de dicho sistema.

Esto es impactante y es tan claro. Los sistemas vivos que son las empresas, te muestran lo que no son y también, marcan los momentos de cambio que necesitan para evolucionar. Pero, aquí es fundamental aprender a ver las señales y evitar negarse a ellas.

 

Identifica las Señales de Cambio en el Sistema Empresarial

La disposición a recibir la información adecuada para hacer cambios es esencial para ayudar al sistema vivo a encontrar su lugar. Y cuando hacemos parte de este circuito lógico de cambios, empezamos a vivir un proceso maravilloso.

Ahora, entiendo que las señales del sistema empresarial son oportunidades de salto que no siempre son sencillas de tomar, a veces te ponen en pausa, te desordenan, pero al final se convierten en herramientas sólidas que puedes utilizar para crecer, para proyectarte.

El poder del ordenamiento viene de entender el sentido y la necesidad del mismo y, por supuesto, los resultados que al final podrás obtener por asumir el riesgo de moverte de donde estás.

Y a veces esas cosas que no entendemos que ocurren en las organizaciones, como que tengas excelentes contratos pero no logres el punto de equilibrio o no alcance para ser autosostenibles, hacen parte de las señales del sistema empresarial.

Entenderlo, en mi caso, me abrió la oportunidad a tener un cronograma de expansión y de crecimiento a nivel estratégico y, aplicando las herramientas sistémicas adecuadas, pude ver cómo llegaban a mi empresa las oportunidades para cumplir metas y objetivos.

Esto también se trata de aprender la lección, de hacerse humilde y darle el lugar a cada una de las personas que integran el sistema empresarial, reconocer su papel y lo que aportan desde su posición a esa evolución que se puede obtener.

 

El Sistema Empresarial, la Toma y el Equilibrio

Ser consciente de que las empresas son sistemas vivos, es transformador para todos. Te cambia toda la idea que tienes de la empresa y lo hace desde el nacimiento, desde los socios estratégicos y el líder, hasta el personal y los clientes.

La clave para llegar a ese estado es aprender a soltar lo que representa un sobreesfuerzo y enfocarse en lo que uno sabe hacer y lo que de manera sincera tiene para ofrecer porque uno no puede dar lo que no tiene.

Y esta es una de las comprensiones más profundas, no por el hecho de que las empresas no puedan hacer cosas que cuesten más o requieran más esfuerzo. Esto se trata de tener claro con qué herramientas y habilidades cuenta la organización.

Uno escucha a los empresarios y emprendedores y están al servicio de su capacidad para dar, dan a sus empleados, dan a los proveedores, pagan cuentas, etc. Pero, lo último en lo que piensan es en tomar de la empresa.

Experimentar un sistema empresarial así, hace que se interrumpa el equilibrio y pierda fuerza la esencia de la organización. Ese desbalance hace que te vengas abajo, que te olvides de recibir y te enfoques sólo en dar. Así que, terminas dando lo que no tienes.

Pensemos en que si tú fundaste la empresa, tuviste la idea, fuiste el creador de la chispa y pusiste tu energía para encender ese fuego empresarial, ¿por qué no tomas los recursos que ese sistema tiene por sí mismo?

Cuando la empresa empieza a resentir, es una muestra clave de que ha perdido el equilibrio, y entran en incertidumbre los resultados del trabajo, la sostenibilidad y también la toma.

 

Por: Mónica Paérez T.
Psicóloga y consultora sistémica

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