Estamos viviendo un momento histórico. Gracias a la crisis post pandemia, la economía se ha vuelto más compleja, presentando nuevos desafío a las empresas en todos sus niveles. De esta forma, las herramientas habituales que se utilizaban para solucionar los problemas (que vienen desde la revolución industrial) ya no nos sirven para dar respuesta a las nuevas situaciones.

Esto nos da la posibilidad de expandir nuestros niveles de consciencia, así como también el de nuestras empresas.

Es por ello que se considera la visión sistémica de las empresas como el enfoque del futuro.

Esta nueva visión nos brinda herramientas innovadoras. Considera a la empresa como un ser vivo, abriendo paso a relaciones circulares, desbloqueando conflictos y brindándonos herramientas para la toma de mejores decisiones.

Pone su foco sobre la necesidad de “ordenar” la información a través de una mirada mucho más amplia e integral.

Al utilizar la visión sistémica logramos algo nuevo y diferente, sin duda, esa es la clave del éxito frente a la complejidad de la situación actual.

Recordemos que las crisis nos permiten encontrar formas de actuar más creativas, buscar nuevas soluciones más eficaces y eficientes para salir de situaciones que consideramos “imposibles” y hacerlas “posibles”.

La visión sistémica de la empresa nos ayuda a observar el todo, apreciar sus interacciones, la energía presente y descubrir sus características distintivas. A la vez, ubica a la empresa en su entorno, nos ayuda a aceptar su complejidad, la permanencia del tiempo, la autonomía, la destreza de los procedimientos y la responsabilidad con el bien común.

Plantea un punto de vista neutral de la sociedad y de nuestro futuro, guiado más desde la consciencia y la ecología profunda. A pesar de la cantidad de información negativa que recibimos a diario, y sabiendo que todavía nos falta mucho por mejorar como sociedad, podemos ver que el mundo es cada vez mejor, más organizado y más humano.

¿Cuáles son los principios para desarrollar la visión sistémica en nuestra empresa?

1. Reconocer a la empresa como un organismo vivo que tiene identidad y energía propia, que está al servicio de un propósito mayor y evoluciona todo el tiempo.

2. Comprender que siempre se comunica y está transmitiéndonos la información necesaria para lograr su expansión. Esta es una razón importante para desarrollar habilidades de sincronización con nuestra organización.

3. Al ser un organismo vivo, nosotros como parte de su organización estamos siempre a su servicio y somos liderados por ella como gran entidad.

4. Reconocer que todos tenemos un lugar único en la organización, el cual va a estar determinado por nuestra maestría, aquello en lo que nos desempeñamos con alta eficiencia, que nos apasiona y que aporta a la organización.

5. La organización se impulsa por estar completa.

6. Debe existir un intercambio equilibrado. Como ser vivo intercambia continuamente energía con el interior y con el exterior. Debemos asegurarnos de que cada intercambio esté siendo equilibrado en la justa medida, esto aportará fuerza a la empresa logrando su expansión y resultados.

7. Como cualquier otro ser vivo tiene ciclos que se deben respetar para gestionarla adecuadamente en cada una de sus etapas.

Recordemos que es fundamental aprender nuevas herramientas para afrontar las situaciones que nuestras empresas nos están mostrando hoy. Herramientas que nos brinden la posibilidad de liderar procesos de manera fluida y tranquila, sin tener que entregar nuestra vida y energía por los resultados, si no por el contrario, estando a su servicio, logrando resultados y permitiéndonos vivir de una manera equilibrada con ayuda del enfoque del futuro, la visión sistémica de las empresas.

Por: Mónica Paérez T.
Psicóloga y consultora sistémica

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