¿Te has dado cuenta que siempre que sentimos que algo no está funcionando tiene que ver con lo profesional, el dinero o las relaciones? Descubrir cómo sanar tu relación económica y cómo alcanzar el éxito profesional es clave para solucionarlo.

Este es un tema que nos pesa enormemente y que sentimos en muchos momentos de nuestra vida. Y ocurre porque todo el tiempo estamos trabajando para mejorar nuestra posición económica, superar lo logros que nos proponemos, o triunfar en el amor.

Y esta necesidad de mejorar termina por ser una tarea en donde incluimos con frecuencia a nuestros padres, nuestra familia, nuestra pareja, hijos o amigos. En consecuencia, son estas relaciones las que acompañan nuestro proceso de desarrollo como seres humanos.

En este punto es importante reconocer que, así como nuestras relaciones personales pueden impactar el curso de nuestra vida y llevarnos a un camino de altibajos, también es posible cultivar relaciones armoniosas.

Vivir permitiéndonos tener ese equilibrio entre nuestra salud, el trabajo, nuestros proyectos personales y económicos, y compartir eso con nuestra familia y pareja, es bello.

Lo mejor de esto es que no debes hacer nada forzado para lograrlo, no es necesario hacer cosas desde fuera, sino entender que disponer nuestra vida para recibir y aceptar esa realidad, es un sentimiento y una creencia que viene de adentro de nosotros.

Por eso, en este contexto de ordenamiento interior, es clave dedicarnos a darle forma a la información que puede ayudarnos a llegar a ese resultado con mayor efectividad, con más calma y disfrutando y aprendiendo a plenitud del proceso.

En esa auto-reflexión es donde aparecen las Constelaciones Familiares para darnos las herramientas necesarias para entender el sistema familiar y saber cómo gestionarlo. Lo mismo pasa con el sistema empresarial, porque podemos trasladar estos conocimientos a las empresas.

 

Consigue el éxito profesional: Ordenando el Sistema Empresarial desde los Empresarios

¿Y cuando hablamos de ordenar el sistema empresarial, no desde lo técnico, sino a mayor profundidad, desde los líderes y su capacidad para guiar a un equipo o una compañía, qué es lo que debe suceder para ordenar ese proceso empresarial con eficacia?

En principio, darnos cuenta de qué es lo que nos está bloqueando a nivel profesional y cuáles son esas cosas que no nos permiten tener la economía que deseamos.

En el ámbito empresarial y profesional estamos siempre buscando estrategias y herramientas alrededor de lo que queremos desarrollar, y está bien.

Pero, luego de estudiar, aprender y aplicar lo necesario a nivel técnico para crear una empresa, viene el reto de sostenerla. Así que tenemos que buscar ese “algo más” para desarrollarnos también, y fluir junto al sistema empresarial.

Esto es clave y fundamental. Cada vez más, las mismas empresas nos están llevando a tener un nivel de conciencia mayor. Esto se trata de entender que, en la empresa, en el emprendimiento o en los proyectos que tengamos, estamos poniendo lo que somos.

Lo que somos es lo que está sucediendo con nosotros en lo laboral, profesional, en el amor. Entonces, la empresa toma vida alrededor de esto, del alma del fundador, de sus socios y de las personas que integran la organización. Y cuando lo entendemos, la empresa crece.

Si yo crezco, ella crece. Si yo me estanco, ella se estanca. Si yo estoy en crisis profunda, ella entra en crisis. La empresa se mueve con nosotros, y las decisiones que tomamos definen lo que ocurre con ese sistema empresarial

Cuidado con esto porque podemos llegar a generar un ambiente de aquí para allá, de indecisión, de no saber. Y esa confusión lleva al estancamiento, incluso cuando creemos que los procesos internos de la compañía avanzan.

 

Sistema Empresarial: Conexión, Dones, Talentos y Economía

Uno de los aspectos de mayor impacto entonces es la conexión con nosotros mismos, es determinante poder darnos cuenta de lo que nosotros estamos haciendo. A veces, podemos caer en hacer algo que no nos gusta, pero lo hacemos porque “nos da el dinero suficiente”.

Pero, no hemos entendido que es al contrario y para que el dinero llegue a nuestra vida tenemos que estar haciendo lo que nos apasiona.

En mi caso, las actividades que realizo desde mi enfoque profesional, me gusta que tengan que ver con mis dones y mis talentos, porque de lo contrario siento que estoy sacrificando mi vida alrededor de una labor que no me gusta.

Y cuando haces algo con lo que no conectas o que no te suma, el trabajo se convierte en un suceso monótono y que haces porque lo necesitas, algo en lo que se te van la vida y las oportunidades.

El tema es cuando nos quedamos ahí y nos quedamos pensando en que tenemos que hacer las cosas para sobrevivir, para generar dinero. Pero, al no apasionarnos por eso que hacemos, se nos va la vida en insaciable sacrificio y perdemos el sentido.

Ahí es donde entramos en resistencia, no fluimos con lo que hacemos y lo que hace nuestra empresa o emprendimiento. Ahí no estoy sumándole a la vida, al final le estoy restando y no sólo a mi existencia sino a la de los demás.

Este tipo de situaciones no son agradables, y quienes las hemos vivido sabemos que eso nos impide conectar con los demás y estar en forma para los clientes. Esa es la razón por la que nos dicen o decimos “no sentí nada con ese producto o servicio”, “no quiero volver”.

En cambio, cuando nos conectamos con nuestra misión como emprendedores, líderes o empresarios, la empresa se alinea con nosotros, va en nuestro mismo orden. Y nos ponemos al servicio de la vida y esto hace a una organización más expansiva.

 

¿Cuál es tu Misión y la de tú Empresa?: Una Mirada Sistémica para el éxito profesional

Cuando les hablo de estar al servicio de la vida, tiene que ver con que asumo a los demás, con mi producto o mi servicio. Y aquí cabe preguntarse a uno mismo, si su misión está sumando o le resta a quienes hacen parte de ella.

¿Le aporto a la vida con el producto o servicio que desarrollo?, porque si cada vez se hacen más fáciles las cosas y fluye con fuerza lo que hago y pretendo, simplemente tenemos que enfocarnos en contener el proceso. Y tendremos una respuesta positiva ante la misma vida.

Y mucha gente me dice “ni siquiera sé si vale el esfuerzo”, y llegamos a este tipo de ideas porque estamos en un nivel tal de desconexión que no estamos viviendo para nosotros, lo hacemos para los demás. Y de eso tampoco se trata.

Hemos venido cumpliendo guiones, venimos siguiendo el camino que nos han marcado. Por ejemplo, la idea de que para tener una vida plena, digna, admirable, necesitamos ser especialistas, magísteres, doctores pero, ¿de verdad quieres eso?

Quizás, muchos piensen que deberías quererlo, pero ¿por qué tendría que ser así? y con franqueza, ¿qué es lo que tú quieres para tí?

¿Si se dan cuenta del impacto? Vamos en esta carrera loca de un “deber ser”, de un guión que no tiene que ver muchas veces con nosotros, pues no conectamos con eso, con nuestra propia vida y con lo que realmente queremos.

Y resulta que para poder conectar con los demás, debo conectar primero conmigo y con mis padres. Necesito conectar con ellos porque son todo.

 

Los Padres en el Sistema Empresarial: Aceptación y Avance

Conectar con nuestros padres tiene un sentido sistémico que trae a nuestra vida éxito, abundancia y fuerza para avanzar y prosperar. Lo que tomamos de ellos para conectarnos a nivel personal, se refleja en el sistema empresarial, pues todo tiene relación.

En este tipo de proceso nos vamos a dar cuenta de que los padres tienen todo que ver y que cuando hablamos de esa conexión, se trata de la aceptación profunda de lo que fueron y son ellos.

Y estamos hablando de padre y madre biológica, quienes nos dieron la vida, los seres de los que venimos y por quienes debemos agradecer y reconocerles lo que nos han aportado para avanzar.

Esto nos da fuerza y sobre todo libera energía vital. ¿Por qué? Porque a veces nos quedamos mirando atrás y resintiendo. Sí, resistimos situaciones que nos cuesta aceptar y rechazamos la energía vital que nos pueden aportar.

Podemos llegar a eso de manera consciente y a veces de manera muy inconsciente. Y esa es la energía vital que necesitamos en el momento presente para poder avanzar, para poder prosperar, para poder progresar.

Por eso, cuando podemos resolver los asuntos pendientes con nuestros padres, todo empieza a fluir. La aceptación nos libera, nos suelta, nos aliviana y nos deja disponibles para avanzar diferente.

 

Desbloqueando el Éxito profesional: La Negación y el Miedo

Cuando aceptamos y reconocemos lo que queremos hacer de manera consciente, fluimos, avanzamos y nos llenamos de energía disponible para cumplir nuestra misión y lograr el éxito profesional.

Sin embargo, cuando aparecen los bloqueos, nos cerramos e incluso entramos en negación. Empezamos a crear pensamientos de rechazo hacia los procesos que estamos viviendo y cuando debemos cerrar ciclos, no aceptamos que debemos avanzar.

Imaginemos el nivel de apego en el que entramos, incluso podemos llegar a enfermarnos. y, ¿por qué? Porque nos hemos identificado tanto con un empleo y con la empresa en la que trabajamos, que rechazamos por completo el giro que nuestra vida está dando.

Imaginemos la experiencia, el talento y todo lo que tenemos para dar, pero entramos en negación total. Y si yo entro en esa negación, no me permito más. Es como si me paralizara.

A muchas personas les pasa que se paralizan, bien sea porque perdieron un empleo, los cambiaron de cargo, la empresa quebró o su emprendimiento no funcionó. Y cuando eso pasa, rechazan lo que viene y empiezan a repetir fracasos y a evitar avanzar.

Reconozcamos que, no aceptar estas experiencias nos pone en modo parálisis. Nos ubicamos en un lugar de indecisión y desmotivación, y ni para atrás ni para adelante. Por lo general, esto tiene que ver también con los miedos.

Miedo a que me pase lo mismo, miedo a fracasar o, peor aún, miedo a qué dirán de mí. Es clave poder resignificar estas experiencias como aprendizajes, porque siempre tienen algo que enseñarnos, siempre traen transformaciones profundas.

Necesitamos entender que estos son giros que a veces la vida necesita darnos porque estamos muy cómodos. La gente le llama estar en “zona de confort”, yo creo que deberíamos llamarlo “perversa comodidad”.

¿Te has dado cuenta que siempre que sentimos que algo no está funcionando tiene que ver con lo profesional, el dinero o las relaciones? Descubrir cómo sanar tu relación económica y cómo alcanzar el éxito profesional es clave para solucionarlo.

 

Por: Mónica Paérez T.
Psicóloga y consultora sistémica

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