¿Cómo nuestros pensamientos y emociones atraen experiencias?, ¿cuál es la verdadera razón de lo que sucede en diferentes etapas de nuestra vida?, ¿somos responsables de lo que experimentamos?

A veces, enfrentamos situaciones que nos hacen perder el equilibrio y que nos confrontan haciéndonos dudar de nuestro enfoque.

Y ahí es cuando la culpa juega un papel determinante, porque la primera respuesta del ser humano es culpar a otro por lo que le sucede.

Lo que pasa es que buscamos a quién culpar por lo que nos está sucediendo. Pero claro, la culpa también nos alcanza a nosotros.

Entonces, por ejemplo en las relaciones de pareja, lo que le sucede al otro puede estar influenciado por nosotros.

Se trata del hecho de que todo lo que sucede a nuestro alrededor y nos genera algún tipo de emoción, tiene que ver con nosotros, con lo que nos pasa adentro y con lo que pensamos o hacemos.

Cuando estamos en una relación cualquiera y algo sucede con la otra persona y nos incomoda, eso tiene que ver más con nosotros que con ella. ¿Te lo has preguntado?

Y pasa más allá de que te preocupe o te parezca que no debería ser, o incluso porque sientes miedo, culpa, pesar, lástima, rabia, o cualquier otro sentimiento.

Esto no está hablando de la otra persona y su situación, todo lo contrario, está hablando realmente de ti y de algo que está pasando en un proceso interno tuyo, y que se activó cuando observaste o fuiste testigo de esa situación.

¿Entonces, qué quiere decir esto? Significa que aunque no somos responsables de manera directa de lo que pasa frente a nosotros con otro ser humano, es de alguna forma nuestra responsabilidad y lo apropiamos en cómo nos sentimos frente a esa situación.

 

Pensamientos y Emociones: Causas de lo que Vives y Sientes

El hecho de que tengamos sentimientos o sensaciones que apropiamos de alguna situación, nos está hablando también de la forma en que estamos pensando.

Porque tus pensamientos en relación al mundo, al entorno, te llevan a sentir lo que sientes en relación a eso y entonces generas situaciones específicas; por lo que puede decirse que las convocas, las atraes.

Esas situaciones en donde esa forma de pensar y sentir se va a reflejar permanente y constantemente, no están familiarizados con esta idea y tal vez, pueda ser cierto.

Por ejemplo, espiritual y de trabajo personal, que nos da la apertura de pensamiento y nos lleva a considerar nuevas ideas y nuevas formas de ver el mundo.

Es gracias a la ciencia y al análisis que nos permiten hacer las Constelaciones Familiares que, podemos comprender que realmente todo está conectado y que la base de todo lo que existe, tanto las cosas, como la creación y lo que hacemos, todo está hecho de energía.

Es más, nosotros mismos somos una manifestación de esa energía y de esa información que nos permite saber y conocer.

Lo que podemos interpretar es que la información es la base de los hechos, los eventos y los sucesos. Por ejemplo, tu encuentro con una persona se origina en la información que los dos comparten y que da lugar a que ese suceso se convoque.

 

El Poder de la Información que llevas contigo

Todos hemos vivido experiencias en las que hemos estado pensando en algo o en alguien y de pronto eso sucede, o la persona aparece, o llama. Y podemos llamarlo coincidencia o sincronía.

Incluso, hoy en día, a eso le ponemos una especie de velo esotérico o mágico, pero la realidad es que está muy sostenido en la ciencia.

La forma correcta de entenderlo es que la información que lleva a que tú vivas o experimentes diferentes situaciones en tu vida es la que llevas puesta, es la información que traes contigo en ese momento.

Es incluso una información heredada, la traes por tus ancestros, y también tiene que ver con la información que construyes, y se hace muy evidente en la forma en que piensas. Y al final, son tus pensamientos cotidianos los que muestran esa información que está ahí.

En este punto, se trata de entender también que cada sensación y emoción que tenemos fue primero un pensamiento. Entonces, para llegar a cómo te sientes, si estás o no cómodo con una situación, primero tuviste que pensar algo al respecto para poder expresarlo.

La responsabilidad de cómo te sientes frente a cualquier cosa, es tuya. Y se da en relación a los pensamientos que tienes, a la información que traes, así te des cuenta o no de esto.

Si aterrizamos en los problemas cotidianos o las situaciones difíciles a las que nos enfrentamos, lo que pasa afuera tiene que ver con nosotros. Claro, no debe entenderse como que todo es nuestra culpa, pero si somos responsables de cómo nos sentimos.

De alguna manera, la información que traemos hace que se convoque una situación. Entonces, si en este momento, estamos presenciando una dificultad y sentimos angustia por eso, es porque relacionamos eso desde la idea de cómo debería ser.

 

Pensamientos y Emociones: Los Moldes de la Realidad

En muchas ocasiones, relacionamos lo que ocurre con lo que sentimos de modo inconsciente; incluso lo hacemos como si aquello no tuviera que ver con nosotros. Pero, aún así, estamos sintiendo y pensando algo en relación a eso.

Y esto realmente es nuestro asunto y tiene que ver con nosotros porque consciente o inconscientemente, estamos viviendo esa circunstancia.

Claro, eso puede ser a veces frustrante de entender y saber, pero es clave porque también es poderoso y porque significa que tú mismo puedes empezar a hacer ajustes o cambios que te permitan sentirte diferente frente a las circunstancias.

Es decir, solo cambiando tu forma de pensar puedes hacer y ver cambios en tu vida, en tu energía, en tus sentimientos e ideas. Y no, ese cambio no significa necesariamente que debas quitar algo, sino que estás preparado para incorporar algo nuevo.

Puedes empezar a sentirte diferente y mejor en relación a lo que sucede en tu realidad, y al cambiar esa forma de pensar y esa información que traes, lo que va a empezar a suceder, es que los encuentros que vas a tener, van a ser acordes a tu nueva forma de pensar.

 

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