Cuando piensas en cómo impacta tu estado interno en tu negocio, es inevitable que des una mirada hacia atrás, hacia el recorrido que realizaste para llegar a donde estás ahora.

Y entrar en ese análisis es un mirar profundo hacia la vida, hacia las raíces, las motivaciones e incluso las elecciones que haces sobre diferentes temas necesarios para orientar el sistema empresarial.

Porque cuando buscas ordenar el sistema empresarial, también quieres ordenar aspectos propios. Y no es otra cosa que estar en búsqueda del equilibrio para tu vida.

Y es con esto que vas a los diferentes niveles en los que te desarrollas: Personal, profesional, social, económico, entre otros.

Por ejemplo, hay personas que están haciendo lo que les gusta y eso hace que se desborden en intenciones en su empresa, en su producto, y eso además, se refleja en cómo se sienten.

Y quienes están alrededor de esa persona, lo sienten y empiezan a querer estar cerca. Porque cuando te gusta lo que haces, generas un magnetismo a tu alrededor y también alrededor de tu labor.

Quien no se siente así, quien no ama lo que hace, también lo refleja, lo siente. Y puede llevar incluso a quienes lo rodean a sentir que no quieren volver a la empresa o que no están conectados con los proyectos de ese sistema.

Esto por supuesto, se refleja a nivel sistémico, haciendo que la energía y el ambiente de la empresa se haga ligero o pesado, según como se manifieste ese sentir hacia la empresa.

 

Entrar en Sintonía con los Dones y Talentos

Pensemos en lo siguiente, si yo estoy conectado conmigo mismo, también la empresa se conecta conmigo y como sistema vivo debe estar en orden a mí que soy el empresario o el empleado.

Este sentimiento y relación deben estar al servicio de la vida. Entre más está al servicio de la vida, la empresa, el proyecto o lo que hago, más expansivo es.

Y cuando se habla de estar al servicio de la vida, tiene que ver con mi interior y el de mi empresa, se refiere a cómo asumo a los demás, con mi producto o mi servicio, que estoy sumando o incluso, saber si estoy restando. Esa es la pregunta clave.

Sí, en cuanto a la empresa, saber qué le aporto a la vida con el producto o el servicio que yo desarrollo. Si estamos conectados con la vida es más grande el impacto y más fluido, no es tan luchado, no nos resistimos tanto.

Y cada vez es más fácil que fluya el sistema con más fuerza, nosotros simplemente vamos detrás conteniendo todo el proceso operativo. Este primer aspecto es clave para estar conectados con nosotros mismos, con nuestros dones y talentos.

Esto a veces cuesta entenderlo y mucha gente ni siquiera sabe en qué parte del proceso está o qué efecto tiene y eso también es válido. Pero, tenemos que salir de esa incertidumbre porque sólo así logramos aportar al sistema seguridad, confianza y exactitud.

 

Descubre tu Propósito: El Poder del Reconocimiento

Cuando nos sentimos perdidos ante el sistema, vale la pena preguntarnos de dónde viene esa desconexión y determinar si estamos viviendo para nosotros y de acuerdo a lo que necesitamos o si por el contrario lo hacemos para los demás.

¿Cómo saber si hemos venido cumpliendo guiones? Un primer paso para descubrirlo es preguntarnos por lo que estamos viviendo y haciendo. Estamos preparándonos con algún estudio, pero ¿qué es lo que realmente queremos?

No se trata de lo que debería ser, se trata de lo que nos gusta, de lo que queremos y de lo que elegimos por nosotros mismos y sin seguir los pasos de alguien más.

Y cuando uno se hace este tipo de preguntas, se da cuenta del impacto que puede tener mirar la vida desde un punto de vista sistémico. Vamos en una carrera loca por conseguir un fin que a veces no deseamos.

Y resulta que para poder conectar con lo que queremos, necesitamos conectar con lo que somos y reconocer de dónde venimos. Conectar con nuestro padre y madre porque son el todo.

Si con la madre, porque con ella viene el éxito y la abundancia. Y el padre, porque con él obtenemos la fuerza para avanzar y prosperar.

Y ¿qué es lo que ésto tiene que ver con el tema empresarial? Pues todo, porque todo está relacionado.

Por eso cuando hablamos de conectar, es entrar en conexión y también en aceptación profunda de lo que son nuestros padres por sí sólos y lo que han sido para nosotros.

Estamos hablando de padre y madre biológicos, quienes nos dieron la vida. Obviamente, están los cuidadores de crianza, quienes también aportaron, pero en el pensamiento sistémico son estos seres biológicos de donde realmente venimos.

 

El Poder de Agradecer a Nuestros Padres

Cuando reconocemos y recibimos a nuestros padres con amor, entra en juego la gratitud. Aceptar y agradecer por quiénes somos, de dónde venimos, por estar en el punto en el que nos encontramos y tener la oportunidad de avanzar.

Esto nos da fuerza y sobre todo libera energía vital. ¿Por qué? Porque a veces nos quedamos mirando atrás y resistiendo situaciones que nos cuesta aceptar. Cuando eso sucede, toda esa energía vital que aplicamos a eso se pierde.

Y esto nos puede pasar casi que de manera inconsciente. Aunque claro, en ocasiones tenemos total conocimiento de lo que estamos permitiendo que pase, pero no logramos evitar que nos impacte.

Entonces, esa energía que perdemos ahí es la que necesitamos para poder avanzar, prosperar y progresar.

Para solucionarlo, necesitamos aprender a resolver nuestros asuntos pendientes, aprender a fluir, de otro modo la aceptación no llegará. Y la aceptación es lo que nos libera, nos permite soltar y aliviar nuestra vida.

 

De la Parálisis al Progreso: Éxito Personal y Empresarial

Cuando soltamos, nos ponemos a disposición del avance y además lo hacemos con fuerza y energía. Por eso hay cosas que de repente empiezan a darse con facilidad, no nos damos cuenta pero hemos dejado alguna creencia o situación limitante para que eso suceda.

¿Qué es lo que soltamos? Muchas veces son dolores, rabias, rencores hacia nuestros padres, hacia personas importantes que nos rodean. Y cuando podemos resolver los asuntos pendientes con ellos, podemos avanzar en orden, con ideas nuevas y éxito.

Alcanzar el éxito es fluir en todos los aspectos de la vida, avanzar y hacerlo con más energía disponible. Y lo hacemos por nosotros, por nuestra vida y también por la empresa.

¿Por qué? Porque nos hemos identificado tanto con nuestro empleo y con la empresa, que podemos desarrollarnos y desempeñarnos en muchas de las cosas que necesita el sistema para avanzar.

Imagina la experiencia, el talento y todo lo que tienes, pero entras en negación total. Y cuando eso pasa, nos estancamos, no nos permitimos hacer más o ir más allá.

Ese momento es como si nos paralizaramos, y a muchas personas les pasa que deben afrontar la pérdida de sus empleos, el cambio de su cargo, o sencillamente a un emprendimiento que no funcionó. Y luego de esa parálisis, no te permites avanzar.

Entonces, el hecho de no aceptar estas experiencias nos pone en modo parálisis, ni para atrás ni para adelante. Y eso tiene que ver con los miedos. Miedo a que me pase lo mismo, miedo a fracasar, miedo a que me borres o este miedo al qué dirán de mí.

Y poder resignificar estas experiencias como aprendizaje, más que como fracasos, porque siempre son de mucho aprendizaje, siempre traen transformaciones profundas.

Zona de Confort: Claves para Superarla y Crecer

La vida a veces nos da giros porque nosotros estamos muy cómodos. La gente lo llama zona de confort, pero en realidad son perversas comodidades.

A veces estamos en esas perversas comodidades y como que nos quedamos allí y todo ese potencial y todo lo que tenemos, lo estamos desaprovechando.

Entonces la vida viene y nos mueve al siguiente nivel. Esto es muy bonito porque es lo que nos permite aprender. Y cuando estamos ante estos retos, no es tan agradable vivir y nos cuesta, pero es parte del proceso para avanzar, progresar y prosperar.

La vida no se queda quieta, la vida todo el tiempo está en movimiento. Y dentro de ese movimiento no hay estabilidad y eso es lo que pasa con la empresa. Y es difícil estabilizarse porque la empresa está viva y también es puro movimiento.

La estabilidad entonces es una ilusión, la empresa todo el tiempo se está moviendo y nos estamos moviendo con ella. Esto es lo que todo el tiempo nos presenta retos, desafíos, que es lo que hace que nosotros crezcamos.

Allí emergen recursos potenciales que seguramente no hemos visto, pero que en el día a día y en el movimiento, ahí nos damos cuenta de que tenemos todo ese espacio.

 

Por: Mónica Paérez T.
Psicóloga y consultora sistémica

Reinvéntate.net
Matricúlate en nuestros Programas | Regístrate a nuestra Masterclass Gratuita | Descarga nuestro Ebook