La aceptación y crecimiento como claves para afrontar la crisis, nos cuestan pero son necesarias para lograr el equilibrio sistémico.

Cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles, juega un papel clave la aceptación porque es la decisión y el sentimiento lo que nos permite recibir las cosas como vienen para liberar energía y tomar el aprendizaje y la transformación que traen esas situaciones.

A veces nos pasa que nos encerramos en la idea de que, la situación difícil que estamos enfrentando es lo peor que nos podría haber pasado, y eso hace que nos sintamos débiles y permitamos que esos pensamientos de no ser capaces de continuar, nos superen.

Pero cuando empezamos a ver un poco más desde otra perspectiva, casi siempre, es impactante porque descubrimos cosas que no habíamos percibido y nos damos cuenta de que lo que nos pasó nos obligó a movernos, a cambiar nuestro confort y aventurarnos.

Y si hacemos el ejercicio y pensamos en la situación que más nos ha costado afrontar en cualquier ámbito, profesional, laboral y demás; seguramente, llegaremos a momentos que no sentíamos poder aceptar como por ejemplo, la primera vez que te despidieron.

Eso genera caos porque pierdes el soporte o la seguridad que tenías en el aspecto que sea que estés afrontando. Ahí es cuando entramos en pánico y el miedo puede apoderarse de nosotros y de nuestra capacidad para solucionar las cosas.

Pero, cuando logras superar el temor, empiezas a darte cuenta de que pueden salir cosas buenas de esa situación. Y en esos momentos es donde se aprende muchísimo y empezamos a hacernos fuertes y nos permitimos tomar la vida como viene.

Y en este proceso, que puede ser agotador, tomarse una pausa para descansar es permitirse oxigenar el ambiente para ver con claridad lo que sucede y qué oportunidades tenemos de solucionarlo.

 

Aceptación y Crecimiento: Transformando Crisis en Oportunidades

El momento de la vida en donde todo cambia, por lo general, está marcado por una situación de dificultad, son esos momentos en los que no sabes qué hacer o qué va a pasar.

Imagina entonces, hacer un recorrido por esas pruebas difíciles que creías que eran un castigo, ver esas crisis desde la persona que eres hoy, con los conocimientos y experiencias que ya adquiriste.

Estoy segura de que son mil cosas las que cambiaron desde entonces, es demasiado lo que aprendiste y que fue necesario y vital para que llegaras a donde te encuentras ahora.

Y entonces, luego de verlo desde este punto de vista, pregúntate: ¿Cuál fue tu ganancia en cada una de esas situaciones?

Si yo pudiera darte un consejo sobre ésto, sería que superes el “modo perdido”, aunque se compliquen las cosas y aunque creas que no podrás, avanza.

Piensa que, ya perdiste esto y lo otro, y no estaba totalmente bajo tu control, es válido. Pero, tu estabilidad y la manera en la que recibes cada prueba y reto de la vida, eso si te corresponde manejarlo y lo puedo convertir a tu favor.

De nuevo, te pregunto: ¿Qué fue lo que ganaste?, ¿cómo puedes usar esa dificultad para aprender y crecer?

Generalmente, ganamos mucho. Y esa ganancia va más allá de lo material, pues se trata de ti y de tu propio desarrollo.

Esto aplica para todo porque a veces, por ejemplo en lo financiero, tenemos dinero pero lo cargamos con otras muchas cosas que son las que al final no nos permiten crecer en este campo.

 

Transforma tu Relación con el Dinero

Para desbloquear la economía y el campo financiero en nuestra vida, necesitamos aceptar lo que somos, lo que tenemos y lo que creemos frente a lo que nos sucede.

Esas creencias hacen que sea también cultural, porque hemos adquirido ideas limitantes que también impiden que despeguemos, y son cosas que recibimos incluso del territorio en el que estamos, en donde hemos crecido, y también con quienes lo hemos hecho.

Y si lo pensamos como debería ser y si te estás preguntando por qué no crecemos económicamente, debes empezar por tomar consciencia de que el valor del dinero es proporcional al valor que tú mismo o tú misma te das.

Entonces, eso explica la importancia de tener un equilibrio sistémico en las diferentes áreas de la vida. No hay crecimiento económico si no hay primero una valoración y un aprecio propio por lo que consideramos que valemos.

Yo estoy segura que el 99% de quienes leen esto están pensando en todo lo que se dicen a sí mismos, cómo se critican y juzgan todo el tiempo. Por eso, estos temas son necesarios para cualquier proceso de crecimiento que queramos tener.

Esto de la autoconfrontación nos lleva a entender que no podemos buscar el valor afuera. Y para poder darnos ese valor hay que empezar a reconocer la base de nuestra existencia.

Es más, muchas veces en nuestras dinámicas cotidianas ni siquiera nos permitimos existir para nosotros mismos. Y hazte la pregunta: ¿Cuánto tiempo dedicas a diario para atenderte?

 

Rutinas Poderosas: El Secreto de las Personas Exitosas

Por lo general, estamos en función de los demás, estamos viviendo fuera; para todos, para los hijos, el esposo, la esposa, la cuñada, la tía, los abuelos, el trabajo, los jefes, los compañeros, todos.

Y ahí, en toda esa cantidad de gente, no estás, no atiendes tu relación contigo mismo, no te pones cuidado, no sacas espacios para tí.

Y empiezan las excusas ¿pero, es que a qué hora? Y entonces si no me veo, si no me atiendo, si no me valoro, pues no hay retribución.

Si ustedes se detienen a ver por un momento a la gente súper exitosa, ¿qué ven?, ¿cómo es la rutina de vida de esas personas?

Dedican a diario el primer bloque de la mañana para ellos mismos y evitan salir corriendo a atender asuntos del trabajo porque primero dedican tiempo de calidad para atenderse, valorarse, cuidarse y después sí, estar disponibles para los demás.

Todas, todas las personas exitosas que tú veas concluyen lo mismo de sus rutinas. Y aquí viene de nuevo lo que venimos hablando, el valor del dinero en mi vida es proporcional al valor que yo mismo me doy.

 

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